Vista de nuestro mágico "Cancho de la Misa". Foto también de hace ya unos años, ya ha llovido, al parecer, por aquel entonces a uno le daba por hacer el mono.
No apto para demostraciones de amor ni para subir con sotana, no es mi intención que alguien se descalabre en este megalito sacro. Subir no es una proeza pero tampoco es fácil, se tiene que hacer por detrás, por su "cara oculta" y como casi siempre, bajar es lo más complicado. El ímpetu de subir debió ser por aquello que mueve montañas o por el vórtice energético de 13500 UB (dato sacado del libro "El Misterio de lo Sagrado en Santa Cruz de la Sierra" de A. Melchor) que ando rozando en la primera foto .
No cuesta imaginar las vistas que hay a esa altura, sobre todo, hacia el vacío de noroeste y lo que se siente, más ahora si cabe que nos acaban de sensibilizar con el mundo de la radioestesia. Es una plataforma sugerente la que hay allí arriba, no vi "huellas"en la piedra, pero tampoco sería descabellado pensar que alguna figura destacada de la tribu se subiera allí para dirigir rituales. Aquellos pobladores eran gente fuerte y hábil, no hay más que ver el tamaño de las piedras que manejaban en sus construcciones, debieron ser como simbiontes del granito y por aquel entonces no había complejos vitamínicos ni edredones. No creo que a ellos les costase subir tanto como a mí.
No obstante, espero que la cosa se quedase en el brillo de la sangre de algún animal que, a la luz del plenilunio, hiciera escorrentía por los horadados túneles de la consabida lancha y no emulasen la excéntrica ritualidad azteca y les diese por arrancar corazones humanos, decapitar y lanzar cuerpos desde allí arriba !!!
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