viernes, 9 de noviembre de 2018

Asentamiento de "La horma del tío Joseíto"

Asentamiento prehistórico, que en mi opinión, por su necrópolis en campo de urnas de una estela, podría pertenecer al bronce final. El nombre que le doy, procede de la toponimia popular. Se encuentra en la solana de la sierra, la gran desconocida en este sentido, desconocida y repleta de pequeños asentamientos y no tan pequeños. Bien es cierto que, en la cuerda de la sierra , incluido su espigón ("San Juan el Alto"), desde las alturas se veía nacer y morir al sol y la luna pero en la solana, el sol calentaba los cultivos y los pastos y el agua de los principales ríos: "Reventón", "Conejero" y "Búrdalo", daba de beber al hombre, a su ganado y a la caza.

Lo que más me llamó la atención de este asentamiento, es un escondido altar con curiosa forma de trono que, preside la entrada y da vistas a un pequeño descampado que pudo servir de punto de reunión.



En la siguiente foto "Elizabeth Queen" :)


La presencia de abrigo y agua en el lugar, propició seguramente el solapamiento de pobladores de épocas posteriores, a juzgar por los dispares restos de construcciones. El asentamiento se encuentra rodeado de vegetación profusa.




La joya de la corona, con permiso del trono, es su necrópolis, un campo de urnas localizado a suroeste, en la parte alta del asentamiento, ocupando una pequeña ladera descampada. Se pueden distinguir dos hileras con unas 12 cistas de una sola estela, ubicadas con la típica orientación de culto solar, de forma equidistante entre hileras y entre estelas, con una separación de unos dos metros. También se puede observar, otro grupo de cistas de mayor tamaño, agrupadas y un poco separadas de las dos hileras, seguramente por distinción social o falta de espacio. La pendiente del terreno ha propiciado la inclinación de algunas de ellas.



En la cima, a pocos metros del campo de urnas, se identifica una construcción más recia que, deja ver a flor de piel, restos de carbón y cerámica quemada que bien pudiera indicar la zona donde se hacían las piras. Encontré entre las piedras, un trozo de teja que bien pudiera ser un tapón de urna.

Muy cerca, también se observa un probable altar.




domingo, 4 de noviembre de 2018

Cancho de la Misa. El púlpito del druida

Piedras con encanto en Santa Cruz

Vista de nuestro mágico "Cancho de la Misa". Foto también de hace ya unos años, ya ha llovido, al parecer, por aquel entonces a uno le daba por hacer el mono.


No apto para demostraciones de amor ni para subir con sotana, no es mi intención que alguien se descalabre en este megalito sacro. Subir no es una proeza pero tampoco es fácil, se tiene que hacer por detrás, por su "cara oculta" y como casi siempre, bajar es lo más complicado. El ímpetu de subir debió ser por aquello que mueve montañas o por el vórtice energético de 13500 UB (dato sacado del libro "El Misterio de lo Sagrado en Santa Cruz de la Sierra" de A. Melchor) que ando rozando en la primera foto .


No cuesta imaginar las vistas que hay a esa altura, sobre todo, hacia el vacío de noroeste y lo que se siente, más ahora si cabe que nos acaban de sensibilizar con el mundo de la radioestesia. Es una plataforma sugerente la que hay allí arriba, no vi "huellas"en la piedra, pero tampoco sería descabellado pensar que alguna figura destacada de la tribu se subiera allí para dirigir rituales. Aquellos pobladores eran gente fuerte y hábil, no hay más que ver el tamaño de las piedras que manejaban en sus construcciones, debieron ser como simbiontes del granito y por aquel entonces no había complejos vitamínicos ni edredones. No creo que a ellos les costase subir tanto como a mí.

No obstante, espero que la cosa se quedase en el brillo de la sangre de algún animal que, a la luz del plenilunio, hiciera escorrentía por los horadados túneles de la consabida lancha y no emulasen la excéntrica ritualidad azteca y les diese por arrancar corazones humanos, decapitar y lanzar cuerpos desde allí arriba !!!


jueves, 1 de noviembre de 2018

El tercer nacedero


Los otros dos, el "de arriba" y el "de abajo", son sobradamente conocidos por ser parada obligatoria en el sendero principal que se utiliza para visitar los puntos de máximo interés de la sierra, pero hay un tercero que es menos conocido.


Es menos conocido porque se desvía a noroeste de la ruta principal mencionada y se encuentra en la cima de un vallejo escarpado bastante escondido. Su estructura es similar a la de los otros dos, con dos grandes pilas de granito que recogen el agua que viene canalizada desde el manantial a través de un tubo cerámico que discurre enterrado y protegido por losas de piedra. A diferencia de los otros dos, tiene un doble drenaje y su aspecto se mantiene más rústico.



El trasiego del ganado al abrevadero ha permitido que con el tiempo no sea engullido por las zarzas pues al ser un nacedero en cierto modo olvidado, no ha recibido las modificaciones y el mantenimiento que han recibido los otros dos. En la actualidad, en esa zona, el ganado tiene garantizada el agua por otras vías, por lo tanto, está abocado a ser sepultado por la maraña.

El "de abajo"


El "de arriba"


 El tercero


Coordenadas del tercero, por si alguien que no lo conozca quiere visitarlo; tiene su encanto …